Como todos los años, nos han visitado nuestras queridas brujas, con sus escobas y su música nos han hecho saltar y bailar.






Antes de irse nos han dicho que podíamos meter la mano en su caja pero que lleváramos cuidado con el 🐁 que vive dentro, pues le gusta morder los dedos de los niños.
Afortunadamente eso no ha pasado y hemos podido coger nuestra chuche de Halloween.
¡Gracias brujas!